El minimalismo es un estilo de vida. Se trata de simplificar tu vida, de quedarte con lo que de verdad importa, con lo que realmente necesitas y te hace feliz. Parece que está de moda últimamente, pero no está hecho para todo el mundo. Tienes que creer que el tener menos aporta más valor.
Si quieres adentrarte en este mundillo y quieres saber cómo ser minimalista, hay que tener en cuenta tres grandes aspectos, que te liberarán y harán que tu vida dé un giro de 180 grados.
1. Limpieza general
Casi todo el mundo se inicia en el minimalismo haciendo una limpieza entre sus pertenencias. Te recomiendo que comiences con la limpieza de tu ropa. El armario es clave, porque tenemos muchísima ropa, y es donde hay margen de maniobra. Si te aplicas bien te servirá como catalizador para continuar con el resto de tus espacios: la limpieza del baño, la cocina, la habitación, el salón,…
1.1. ¿Por qué es importante hacer limpieza?
Llevar a cabo una limpieza profunda te hará darte cuenta de la cantidad de cosas que guardas, pero que en realidad no te aportan valor. Verás que conservas objetos que no sabías que tenías, muchos que no te gustan, cosas rotas y/o viejas,…
Toda esta limpieza minimalista te llevará a simplificar cosas y reflexionar sobre el consumismo desmesurado que rige hoy en día, y que nos hace comprar por comprar, pensando que teniendo esto o aquello hará que seamos más felices.
1.2.Métodos
- MÉTODO MARIE KONDO. Con este método se va haciendo limpieza por categorías, que a su vez se subdividen en subcategorías más pequeñas. Esta técnica está genial, porque puedes ir revisando poco a poco todas las cosas de tu casa, y de una manera organizada. Estas son las categorías principales del método:
- Ropa
- Libros
- Papeles
- Objetos varios (komono)
- Objetos con valor sentimental
- MÉTODO DE GUARDAR EN CAJAS. Este es un sistema más extremo, consistente en guardar todas tus cosas en cajas, e ir sacando los objetos cuando los necesites. De esta manera comprobarás que en realidad necesitas y/o utilizas un porcentaje de tus cosas muy pequeño. Te puedes poner un periodo de tiempo, por ejemplo un mes, un trimestre, incluso un año, y las cosas que no hayas sacado en ese plazo deberías deshacerte de ellas, ya sea, regalando, donando, vendiendo o tirando.
1.3. Consejos
- NO TE PONGAS UN OBJETIVO DE TIEMPO. Es un proceso largo y te puede llevar mucho tiempo. Además, seguramente le cojas el gustillo, con lo que acabarás haciendo mini limpiezas de vez en cuando, para no verte de nuevo con un montón de cosas, y ser siempre consciente de lo que tienes.
- DISFRUTA DEL PROCESO. No te presiones. De repente no tienes que deshacerte de todo lo que tienes. Alégrate de los pasos que vas dando y de cómo se va transformando tu casa.
- EMPIEZA POCO A POCO. Si te agobia iniciarte con la revisión de la ropa, ya sea porque tienes muchísima o porque te da pereza empezar por ahí, lo que puedes hacer es hacerlo poco a poco. Chequear un cajón ya es muchísimo. Lo importante es que empieces, da igual si es a lo grande o a una escala menor. Para ser minimalista no se necesita ir con prisas.
- DEJA DE COMPRAR. Mi consejo es que mientras haces la limpieza dejes de comprar cosas innecesarias, porque si no por un lado estarías sacando cosas, y por otro lado metiendo nuevas; y eso es algo que no tiene sentido si de verdad quieres ser minimalista.
2. Control de gastos
Esto es esencial. Hay que conocer muy bien tanto nuestros ingresos como nuestros gastos, para así saber cuánto es nuestro ahorro. Seguramente conoces de sobra cuánto dinero entra en tu cuenta cada mes, pero puede que el que sale no lo tengas tan claro.
Por tanto, te recomiendo que cojas una libreta o una hoja de Excel y anotes todos y cada uno de tus gastos, ya sean grandes o pequeños. Si quieres ir más allá puedes ir separando los gastos en distintos conceptos: alquiler o hipoteca, alimentación, gastos de la casa (luz, agua, gas), ocio, transporte, móvil, internet,…
2.1. Ventajas del control de gastos
- Identificar en qué partidas gastas más. Así, podrás ir reduciendo las que veas menos necesarias.
- Anticiparte a gastos futuros. O sea, que si sabes que vas a tener un desembolso grande en unos meses puedes ir guardando parte del dinero poco a poco desde ya y no agobiarte cuando llegue ese momento.
- Ponerte metas de ahorro mensual y/o anual. Restando lo que ingresas con lo que gastas tendrás como resultado tu ahorro, así que puedes motivarte e ir planteándote objetivos de ahorro cada mes, para ir consiguiendo un colchón de ahorro.
- Darte cuenta de hábitos costosos, como por ejemplo, comer mucho fuera de casa o comprar demasiada ropa.
3. Experiencias antes que cosas
Un persona que se considera minimalista, o que aspira a ser minimalista, valora más las experiencias antes que los objetos materiales. Está demostrado que invertir dinero en experiencias genera un mayor placer que invertirlo en cosas. Las experiencias se recuerdan, y te pueden aportar alegría en el futuro por acordarte de lo bien que lo pasaste, con quién lo viviste,… Es una felicidad que dura más en el tiempo. En cambio, comprar cosas nos aporta una satisfacción en el momento de la compra, pero luego esa alegría se acaba ahí, o se va difuminando con el tiempo.
Invierte en experiencias. No sigas alimentando esa costumbre tan arraigada de regalar por regalar, porque toca, porque es un compromiso. Si lo vas a hacer, regala porque de verdad te apetece, y prioriza siempre que puedas el dar experiencias. Es algo que lo van a recordar con más cariño, porque lo van a vivir.
Si quieres ser minimalista evita el consumismo absurdo y sin sentido. Si ya estás inmers@ en tu limpieza a fondo de la casa te estarás dando cuenta de la infinidad de objetos que acumulas y que en realidad son innecesarios. Por lo tanto, una vez hayas hecho un control de tus gastos, mímate un poco, y dedica parte del dinero que ahorres en ti.
3.1. Ideas de experiencias
Para ser minimalista, aquí tienes una serie de ideas que pueden inspirarte a la hora de priorizar experiencias, antes que objetos materiales:
- Ir al cine, al teatro, a un monólogo, a un concierto,…
- Salir a comer o cenar a un buen restaurante
- Un masaje, una limpieza facial, un spa,…
- Clases de baile, de pintura, de idiomas, de fotografía, de cocina,…
- Una escapada de fin de semana
«Menos es más» Mies Van der Rohe
Acabo de conocer tu blog y me parece muy interesante.
Yo hice una limpieza bastante a fondo hace un par de años y tiré muchísimas cosas…pero soy consciente de.que guardé muchas que no he usado…o no.necesitaba…. Deshacerse de «mucho» a la.primera, es complicado. Tendré que ir haciendo.batidas.
Un abrazo
¡Hola! Yo de vez en cuando hago redadas por la casa y voy tirando cosas, pero es verdad que no soy super eficiente, porque sigue habiendo cosas que no me son útiles pero me da pena tirarlas. Algunas veces en siguientes limpiezas acabo quitando ese tipo de cosas, porque me he ido dando cuenta de que los objetos materiales son sólo cosas; lo de sacar una foto y luego quitarlas me funciona muchas veces. ¡Gracias por leerme!