Nuestra casa debería ser un lugar agradable, que nos provoque serenidad y no estrés. La acumulación de cosas en nuestro hogar nos genera ansiedad, y no nos damos cuenta. Muchas personas quieren adentrarse en el mundo del minimalismo, ya sea porque creen que es un estilo de vida que puede encajar con ell@s o por una cuestión de que está de moda. Sea una u otra la razón, la persona que empieza con esto de chequear sus posesiones, hacer limpieza y quedarse con lo que le aporta valor, logra los beneficios que el minimalismo promete.
No obstante, la realidad es que es un proceso complicado, que supone voluntad por nuestra parte, porque puede ser que necesitemos mucho tiempo para llevarlo a cabo, y a veces no sepamos cómo afrontar las decisiones de si quedarme esto o lo otro.
Es por eso que te propongo dos preguntas que hacerte a ti mism@ para que poco a poco vayas minimizando tu hogar.
1. ¿Lo he usado en los últimos tres meses, en el último año?
Con esta pregunta podrás deshacerte de un montón de cosas, ya que no les estás dando uso, sólo las estás acumulando, ocupando espacio. Antes de empezar a revisar todo, establece un periodo de tiempo de no-uso y cada objeto que cojas, si sabes que no lo has usado en ese tiempo, deshazte de ello. Las cosas que ni te acuerdes cuándo fue la última vez que las usaste, ya sabes la respuesta, fuera también, porque eso quiere decir que hace bastante tiempo que no te resultan de utilidad.
2. ¿Podría vivir sin esto?
Seguramente haya un surtido de cosas que uses con cierta frecuencia, pero que no te son esenciales, que podrías vivir perfectamente sin ellas. Por ejemplo: tener veinte tenedores, cuando hay sólo dos personas viviendo en esa casa. Claro que usas todos los tenedores, están en el cajón de los cubiertos, y si el fregadero está a tope no pasa nada, porque tienes tenedores de sobra. No es la mentalidad más apropiada minimalísticamente hablando.
Piensa en cuántas personas viven en tu casa, y cuánto necesitan de cada cosa, si sueles tener invitados, ¿cuántos suelen ser? Te pongo otro ejemplo de aplicación del minimalismo con el baño: dos personas y quince toallas de cada tamaño. ¿No te parece demasiado? Incluso si tuvieras gente quedándose en casa, son más de las necesarias. Con dos por persona y tamaño es más que suficiente: una en uso y otra para lavar. Es mucho más práctico y eficiente. Se evitan acumulaciones en la lavadora, porque eres consciente de que sólo tienes esas; y no te digo cuánto espacio adicional puedes tener en el armario donde guardas las toallas.
Un tercer ejemplo que te expongo es el tema de la ropa interior. ¿Cuánta ropa interior necesita una mujer o un hombre? ¿Cuánta ropa interior hay que tener? Pues ya te digo yo que cuarenta bragas, veinte sujetadores, treinta calzoncillos… es excesivo. A no ser que tu intención sea tener uno para cada día del mes y no repetir ni un solo día. Tenemos una lavadora señores, calcula con cuántos podrías vivir tu día a día teniendo en cuenta eso, y minimiza ya esos cajones de ropa interior.
Haciéndote estas dos preguntas conseguirás reducir muchísimo las cosas que tienes, eliminarás de tu vida todo aquello que no estés usando y todo que no te hace falta para vivir bien. Son dos preguntas muy básicas pero que tienen un gran poder si las contestas de una manera sincera, prueba y lo verás.
«No necesitas más espacio, necesitas menos cosas.» Joshua Becker
Consejos para minimizar tu casa sin agobios
Marie Kondo recomienda que se haga todo de una vez, porque si no este proceso se alargaría demasiado y acabaríamos abandonando antes de terminarlo. Pero es difícil, al menos para mí: ponerte un mes entero todos los días a hacer limpieza me parece agotador. Además, el hacerlo poco a poco te mantiene motivad@ porque vas viendo los cambios y las mejoras en tu casa.
Aquí te doy tres consejos muy simples para que no te agobies al minimizar tus posesiones:
- HAZ MINI LIMPIEZAS. Puedes dedicar 15 minutos cada día a revisar tus cosas, y también puedes empezar mueble a mueble, no tienes por qué hacer una habitación entera de una vez, ya que puede resultarte abrumador.
- ORDENA TRAS CADA REVISIÓN. Es importante que cuando des por acabada la revisión de cosas de ese día, vuelvas a dejar todo ordenado. La clave está en que veas los beneficios del minimalismo desde el día uno, y si a tu alrededor todo es un caos lo que te va a generar es estrés y frustración.
- FUERA LAS COSAS EN MAL ESTADO. Todo aquello que veas que está en malas condiciones, roto o ya caducado, tíralo a la basura. No te hagas promesas a ti mism@ de que ya lo arreglarás, todavía se puede aprovechar o lo puedes usar alguna vez más. No, esas cosas tíralas sin piedad.
Cuéntame qué te ha parecido esta entrada. ¿Estás inmers@ en un proceso de simplificación de tu casa y tu vida? Espero que esta guía te haya ayudado y motivado para continuar; y si no es así, empieza, hoy es un buen día para hacerlo.