Depurar objetos haciendo un inventario. ¿Locura?

¿Cuántas cosas crees que tienes? ¿Sabías que un americano tiene de media unos 300.000 objetos? No creo que en España o en otros países sea muy diferente. Y aún así, no parece ser suficiente, porque seguimos alquilando trasteros, comprando casas más grandes, yendo a comprar ropa cuando tenemos los armarios abarrotados… ¿no se nos estará yendo de las manos?

¿Y si pensamos que nuestra casa es una tienda, e hiciéramos inventario de lo que hay dentro? He preparado una hoja muy sencilla para anotar todo lo que tenemos en casa. Este paso ya de por sí es bestial, pero ¿y si vamos un paso más allá y cada cosa la categorizáramos de alguna manera?

Mi intención es la de ser conscientes de lo que tenemos en casa, y a la vez saber muy bien qué es lo que estamos usando. Tener escrito en un papel nuestras posesiones, clasificadas en categorías, invita a la reflexión como mínimo, a prestar atención a lo que estamos almacenando.

Por supuesto, hacer un inventario supone un trabajo realmente abrumador, y casi imposible de realizar, ¿cuánto tiempo nos llevaría hacer algo así? ¿A que te has agobiado sólo de pensar en apuntar todo todito lo que hay en tu casa?

No obstante, creo que es una gran idea hacer inventario de algunas cosas. Por ejemplo: hacer una lista con todo lo que tenemos en un espacio concreto, como puede ser la cocina, el baño, un armario, etc.

minimalismo_hacer inventario para depurar objetos

Checklist para hacer inventario

Si bien no es muy práctico hacer un inventario de todos y cada uno de los objetos que poseemos, puede ser interesante usar una especie de filtro para esos momentos en los que estamos intentando depurar y simplificar nuestra casa. Un filtro que nos ayude a que esta limpieza sea menos emocional, y más racional.

Tomar la decisión de deshacernos de algo a veces se torna complicado, así que siempre que se pueda sacar la emocionalidad del proceso de decisión, mucho mejor, mucho más fácil. Hemos de intentar tomárnoslo racionalmente, tratando de decidir si cada objeto está añadiendo valor o no.

Te incluyo una checklist al final para asignar nuestras cosas en 6 categorías diferentes. El funcionamiento para rellenar este inventario sería el siguiente:

  1. Anotamos el objeto.
  2. Decidimos en qué categoría la queremos poner (tiene que ir en una de ellas).

Categorías para clasificar nuestros objetos

  1. ESENCIAL. Aquellos objetos que usamos todos o casi todos los días.
  2. USADO EN EL ÚLTIMO AÑO. Ten presente que si es algo que no hemos usado durante un año, 99% de probabilidad de que no lo utilizaremos este año.
  3. DISFRUTO TENÍENDOLO. Cosas que queremos conservar porque consideramos que son hermosas, o disfrutamos teniéndolas. Por ejemplo: bonitos elementos decorativos que hacen de nuestro hogar un sitio agradable y acogedor.
  4. ALGÚN DÍA. En esta categoría se incluyen aquellas cosas que estamos guardando por si acaso, o creemos que las vamos a necesitar algún día.
  5. SENTIMENTAL. Aquí también irían cosas relacionadas con la culpabilidad, es decir, las mantenemos porque alguien nos las dio, y no queremos que cuando vengan a nuestra casa no vean en ningún sitio lo que nos han regalado.
  6. MI YO DE FANTASÍA. Objetos que seguimos teniendo porque tenemos la esperanza de desarrollar nuevos o diferentes hábitos, que vamos a mejorar de algún modo.

Al final, esta manera de clasificar nuestros objetos es para darnos cuenta de todo aquello que no está añadiendo nada de valor a nuestra vida. Más bien al contrario, pues se acaban convirtiendo en una pesada carga.

¿Qué se queda? ¿Qué se va?

Las cosas que encajan en las 3 primeras categorías podemos conservarlas. Son cosas que consideramos esenciales, que estamos usando o que disfrutamos teniéndolas, así que está totalmente justificado el seguir teniéndolas.

Las cosas que hemos metido en alguna de las otras 3 categorías son las que suponen un auténtico reto. Empecemos a cuestionarnos lo que tenemos en nuestra casa, si está a la altura del hogar que queremos construir. En realidad, si lo piensas fríamente, podrías quitar todo lo que está ahí.

Un poco de ayuda con las categorías complicadas

  • ALGÚN DÍA. Si te cuesta deshacerte de las cosas que has puesto aquí, piensa en la regla que TheMinimalists llaman la regla del 20/20: si no estás usando un objeto, y lo puedes reemplazar por menos de 20€, empleando menos de 20 minutos en conseguirlo, entonces puedes dejar ir ese objeto.
    Sé que no es poco dinero, y que parece que si nos deshacemos de todos los objetos de esta categoría, estaremos derrochando dinero, y encima si luego vamos a tener que volver a comprarlo… Sin embargo, esta regla es simplemente un truco para que nuestra mente racionalice el quitar esas cosas; la realidad es que va a ser extremadamente raro que acabes reemplazando esos objetos.
  • SENTIMENTAL. Otra regla que TheMinimalists nos enseñan es la regla de la combustión espontánea. Coge alguna de esas cosas que alguien te ha regalado, mírala bien e imagina que de repente se quema y desaparece. ¿Cómo te sentirías? ¿Aliviad@? Pues esta es una señal muy clara de que no debes seguir guardándolo. La vida es muy corta para mantener cosas que no tienen ningún significado para nosotr@s.
    Si por el contrario tuvieras un sentimiento de tristeza, sería indicativo de que te gusta tenerlo, de que quieres mantenerlo, pues entonces quédatelo.
    Esta regla es un buen test para preguntarnos a nosotros mism@s si esas cosas están suponiendo una carga, si están contribuyendo a tener desorden mental, a sentirnos abrumad@s, o si en realidad nos gusta tenerlas.
  • MI YO DE FANTASÍA. Todo lo que va aquí podrías quitarlo, y no lo echarías de menos. E incluso, te haría sentir mejor contig@ mism@ el deshacerte de esas cosas. Cosas que adquirimos esperando ser una mejor versión: una versión más saludable, más delgad@, más artístic@ o creativ@, más considerad@, etc.
    Aquí entran aspectos como el tener ropa de varias tallas menos, electrodomésticos para hacer recetas concretas, alimentos para ser más fit, equipamiento deportivo, etc.
    Reflexiona sobre si estás delante de cosas relativas a tu yo de fantasía, a quien te gustaría ser. No te sientas mal por esto, más bien dale la vuelta y tómatelo como un autodescubrimiento. Descubrir quién eres, qué te gusta hacer ahora mismo. Sé práctic@, sé realista, no puedes estar 100% en todo, y ser la mejor persona en todo, ya que esto supone un montón de energía emocional: nuevos hábitos de ejercicio, comer de forma saludable, etc.
    Con el tema de la ropa, por ejemplo: quédate con la ropa que te quede bien ahora mismo y con la que te sientas cómod@. Esto es una actividad genial de autocuidado, de valorarnos.
    Dona, regala o vende estas cosas. Permite que otras personas las usen, y no te sientas mal teniéndolas en casa, viendo cada día que tu yo de fantasía nunca llega.

Creo firmemente que al menos 2/3 de todo lo que hay en nuestros hogares podría ser eliminado y no lo echaríamos de menos. Pero tentría un efecto muy notable en lo bien que nos sentiríamos con nosotr@s mism@s al vivir en una casa con los objetos que verdaderamente nos aportan.

Nos gusta pensar que no hay ningún coste por mantener toda esta cantidad exagerada de cosas. Pero tiene un coste de carga mental, de limpiarlo, de almacenarlo, de organizarlo; un coste de bienestar emocional.

Te incluyo este imprimible de checklist, por si te interesa rellenarlo con algún área de tu casa. Tómate en serio lo de pensar en qué categoría incluirías cada cosa, y si cae en alguna de las 3 últimas categorías, te animo a que lo dejes ir.

Inventario-objetos-casa.pdf

«Si no aprendemos a soltar, si no dejamos ir, si el apego puede más que nosotros y nos quedamos ahí atados, pegados a esos sueños, fantasías e ilusiones, el dolor crecerá sin parar y nuestra tristeza será la compañera de ruta.» Jorge Bucay

Esther Perez autora camino minimalista

Esther Pérez
Seguidora de un estilo de vida minimalista y frugal, apasionada de la nutrición y los hábitos saludables, obsesionada por los retos y buscadora incansable de la mejor versión de mí misma.

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