RETO 24: Únete al Slow Food

En una sociedad como la actual en la que se nos instruye a ir cada vez más rápido en todo y en hacer cuantas más cosas mejor en el menor tiempo posible… la existencia de la Fast Food o cómida rápida nos viene de maravilla. Rodeados de estímulos como los teléfonos móviles o los televisores, no sabemos casi ni lo que comemos…

Es por eso que surge el Slow Food, que no es más que una tendencia que fomenta el disfrute de la comida durante todo el proceso; desde la elección de unos ingredientes de calidad, pasando por la elaboración de los alimentos hasta su ingesta final.

A raíz del Slow Food ha surgido el Slow Meat, para dar a conocer los riesgos en la salud del elevado consumo de carne actual, promover el respeto hacia los animales y concienciar sobre el impacto medioambiental que la agricultura ganadera genera. Si te interesa este tema, te dejo el enlace al reto de hace unas semanas: La carne ni olerla.

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Principios del Slow Food

  • EDUCACIÓN DEL PALADAR. Saber a qué saben los alimentos, y huir de la pésima calidad de la comida rápida.
  • DEFENSA DE LO LOCAL. Anteponer ingredientes locales y producciones tradicionales. Seguro que donde vives hay ferias o mercadillos de agricultura, cooperativas de agricultores, mercados,…
  • PRODUCTOS DE TEMPORADA. Aprovechemos lo que cada estación del año nos puede ofrecer; además, es una manera más de ahorrar en comida.
  • AGRICULTURA MENOS INTENSIVA. Luchar contra la industrialización de todo lo que comemos, favoreciendo la agricultura sostenible y los productores artesanales.

¿Cómo lo hacemos?

En el reto de esta semana quiero proponer que nos unamos a este movimiento, por lo que durante siete días hemos de ser conscientes de lo que comemos, desde el principio del proceso hasta el final. Si crees que te resulta complicado porque tienes una vida muy estresante, practícalo al menos una vez al día.

  1. Decide qué quieres preparar; por supuesto, que sea una comida rica y sana.
  2. Elige unos ingredientes de calidad. Prioriza los que sean de proximidad y de comercio justo.
  3. Elabora esa comida prestando atención a todo lo que estás haciendo.
  4. Disfruta del proceso de elaboración.
  5. A la hora de comer lo que has hecho, hazlo sin distracciones. Aleja el móvil y no enciendas la tele.
  6. Come despacio, saboreando todo lo que te llevas a la boca. Capta todos los sabores y texturas.
  7. Si estás acompañad@, disfruta de las personas que te rodean. Da las gracias porque puedes compartir ese momento.

«Vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir.» Carl Honoré

En mi caso, soy fan de este tipo de tendencias. Me encanta tener tiempo para cocinar despacio, disfrutando de lo que estoy haciendo; y comer con tranquilidad y saboreando lo que he hecho me parece un placer. Creo que es algo que se puede extrapolar a la vida diaria, no sólo a la comida. Tenemos que alejarnos de los automatismos y ser conscientes. Hemos de convertirnos en unos consumidores responsables, ya que nuestras acciones tienen mucho más poder del que nos imaginamos.

¿Qué te parece el reto de esta semana? ¿Eres de lo que comen mega-rápido o de los últimos en levantarse de la mesa? Coméntame tus impresiones. Por supuesto, si se te ocurren nuevos retos, también me lo puedes decir en los comentarios. ¡A por la semana!

Esther Perez autora camino minimalista

Esther Pérez
Seguidora de un estilo de vida minimalista y frugal, apasionada de la nutrición y los hábitos saludables, obsesionada por los retos y buscadora incansable de la mejor versión de mí misma.

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