Nada como empezar haciendo una buena limpia en tu ropero para adentrarte de lleno en el minimalismo. Seguramente la mayor parte de los que nos consideramos minimalistas hemos comenzado haciendo autocrítica de lo que contiene nuestro armario.
Pasos a seguir
¿Lo has usado en el último año?
- ¿Lo volverías a comprar?
- ¿Lo guardo por no sentir que estoy tirando el dinero a la basura?
- ¿Lo guardo porque tiene un valor sentimental?
- ¿Tengo otras prendas parecidas que me agradan más?
- Si es algo para eventos muy específicos, ¿de verdad ves viable ponértelo en alguna ocasión?
- ¿Te queda bien, va con tu estilo?
- Si está roto, ¿de verdad lo vas a arreglar?
Métodos que yo he seguido
Partes de arriba
Partes de abajo
Vestidos
Zapatos
Complementos
Ropa interior y pijamas
Ropa de deporte
Camisas, blusas, suéteres,…
Pantalones, faldas,…
Ropa para colgar (abrigos, trajes,…)
Calcetines
Ropa interior
Bolsas de mano y cosas similares
Accesorios (bufandas, cintos, sombreros,…)
- Ropa para actividades específicas (bikinis, uniformes,…)
- Zapatos
Estas son las tres estrategias que he seguido en mi experiencia reductora de armario, y he de decir que engancha bastante. Cuando ves la cantidad de bolsas que sacas, el espacio que obtienes, la sencillez y claridad mental que se te va quedando… no vas a querer parar. Yo hago limpiezas de ropa de vez en cuando, porque siempre hay algo que sacar, y con la práctica te vas volviendo más rápid@ a la hora de desechar, siendo cada vez menos sentimental y más racional.
Beneficios de simplificar tu armario
Vas a conservar aquello que notes que va contigo.
Marie Kondo
Cuéntame en los comentarios si alguna vez has hecho alguna limpieza de este tipo y qué estrategia has seguido, o si no has seguido ninguna. Dime cuántas bolsas sacas, con qué sensaciones te quedas,… Me encantaría conocer qué tal te va.
Y, por supuesto, si se te ocurren nuevos retos, pues también me lo puedes decir en los comentarios, para añadirlos en las próximas semanas.
¡Suerte y a por la semana!