El reto que planteo esta semana supone todo un desafío: no quejarse de nada durante siete días. La queja normalmente conlleva negatividad y nos produce malestar, tanto a nosotros como a la gente de nuestro entorno.
La mayoría de las veces nos quejamos y no sirve para nada, es algo que hacemos por hacer, no es nada productivo. Propongo esto como un experimento: no te quejes, en vez de eso hazte las siguientes preguntas con su mini-respuesta:
- ¿Puedo hacer algo para cambiar esta situación que no me gusta? HAZLO.
- ¿No puedo hacer nada para cambiar esto que no me gusta? ACÉPTALO.
De esta manera, viviremos una semana siendo más conscientes de nuestros pensamientos y sentimientos. Tomaremos un papel más activo a la hora de reflexionar sobre aquello que estamos viviendo y no nos agrada.
¿Por qué nos quejamos tanto?
- COSTUMBRE. Puede ser que nuestra familia o amigos sean personas que tengan como un hábito el quejarse. Así que casi sin darnos cuenta tenemos el mismo comportamiento.
- FALTA DE EMPATÍA. No nos paramos a pensar en la situación y las circunstancias de las otras personas, por lo que esta falta de empatía no nos deja entender cómo puede sentirse el otro.
- CENTRO EN LO NEGATIVO. Siempre tendemos a pensar en modo pesimista y verlo todo negativo. Y encima si nos quejamos más aumenta esta sensación.
- ALTAS EXPECTATIVAS. El resto del mundo no tiene por qué ser exactamente igual que nosotros ni pensar lo mismo, así que no podemos pretender que hagan lo que nosotros creemos que es lo correcto. Aceptemos a los otros sin tantas exigencias.
¿Qué nos aporta la queja?
- NEGATIVIDAD. ¿Quieres pensar siempre de una manera pesimista?
- MAL AMBIENTE EN NUESTRO ENTORNO. ¿Quieres convertirte en una persona tóxica?
- PASIVIDAD ANTE LOS PROBLEMAS. ¿Quieres saber afrontar los problemas que se te presenten?
- ESTRÉS. ¿Quieres vivir una vida con estrés y ansiedad sin saber disfrutar de las cosas buenas?
Por tanto, queda demostrado que la queja no sirve de mucho. Fomentemos una vida más activa, en la que respetemos a los demás y en la que intentemos buscar posibles soluciones a los problemas, ya que las quejas vacías no son nada útiles, más que para contaminar.
¿Cómo dejar de quejarnos?
- Identifica las quejas que haces. Sé consciente de cada una de ellas.
- Detecta el tono en el que las haces. ¿Estás enfadad@ y/o triste?
- Reflexiona sobre lo que te quejas: familia, amigos, salud, trabajo, dinero, tareas del hogar,…
- Piensa en modo más positivo. La meditación puede ayudarte a encontrar equilibrio mental.
- Deja las quejas y habla de aspectos positivos o, al menos, neutrales.
- Aprende a expresar lo que sientes de una manera más asertiva, sin atacar a los demás.
- NO TE QUEJES.
«El hombre pasa su vida en razonar sobre el pasado, quejarse de lo presente y temblar por lo venidero.» Antoine de Rivarol
¿Qué te parece el reto de esta semana? ¿Te consideras una persona quejica? Por supuesto, si se te ocurren nuevos retos, pues también me lo puedes decir en los comentarios, para añadirlos en las próximas semanas.
Más claro, ¡el agua!
Deja de quejarte y verás como las cosas cambian
Saludos
¡Hola Ric! Pues sí… dejar de quejarse supone un cambio de mentalidad total. Ser más conscientes de cómo pensamos y actuamos… Si lo consiguiéramos 100% daríamos un giro de 180 grados a nuestra vida… pero eso… hay que ir practicando día a día hasta conseguirlo, sino el 100% al menos el 90%. Muchas gracias por leerme. ¡Saludos!
Somos víctimas de nuestros pensamientos y de lo que verbalizamos, y tienen mayor impacto del que creemos. Una vez escuché que la queja solo atrae cosas malas porque es energía de baja vibración, sin querer ponerme mística, la queja no aporta nada. Buen post, hasta el próximo, te voy leyendo de carrerilla, me encanta tu blog =)
¡Hola Yai! Yo no soy perfecta, y también me quejo, a veces más de lo que quisiera, pero soy consciente, y cada día es una nueva oportunidad para seguir mejorando. Es verdad que quejarse no lleva a nada, más bien energía negativa, así que tendríamos que intentar minimizarla. ¡Un abrazo!