Esta semana propongo un reto relativo a someter a nuestro cuerpo a cierta incomodidad. Estamos tan acostumbrad@s a vivir con calefacción, aire acondicionado, disponer de agua caliente siempre que queramos,… que cualquier cambio en alguna de estas cosas nos produce malestar.
Es por eso que de vez en cuando, tenemos que acometer acciones que no nos sean cómodas, y que se salgan de lo que es considerado normal. Por ejemplo, no poner siempre la calefacción y pasar algo de frío; o no poner el aire acondicionado, y tener calor. Nuestros cuerpos se han acostumbrado a estar siempre a una misma temperatura más o menos, y pasar frío o calor nos puede parecer insoportable.
Por ello, y porque esto no es nada bueno ni para nuestros cuerpos ni para nuestras mentes, propongo un reto de duchas de agua fría. Es un reto complicado, yo misma me ducho con agua muy caliente, y me cuesta mucho hacerlo con agua fría, así que a mí también me va a resultar difícil. Pero hemos de intentar salir de nuestra zona de confort de vez en cuando.
Es una buena propuesta para darnos cuenta de que si podemos superar cierta incomodidad por unos minutos, seremos capaces de lograr muchas cosas. Otro desafío de incomodidad podría ser practicar el ayuno intermitente; para personas que no están acostumbradas a estar muchas horas sin comer, puede llegar a ser difícil. Yo misma era una de esas personas, y llevo meses poniéndolo en práctica con un rotundo éxito.
Cómo hacerlo
Puedes llevarlo a cabo en modo valiente y directamente meterte con el agua a temperatura fría, o puedes ir poco a poco: primero unos treinta segundos, e ir aumentando con los días. Si lo haces desde que te metes en la ducha puedes ponerte una alarma; por ejemplo, unos cinco minutos.
En realidad, pensándolo bien, yo creo que el meternos directamente con el agua fría sería lo más efectivo, porque así evitamos el pensar que es estúpido lo que estamos haciendo y arrepentirnos sin ni siquiera haberlo intentado. Y además, para los más ecologistas, estaríamos ahorrando mucha agua, pues intentaríamos ducharnos lo más rápido posible, para acortar el sufrimiento.
Beneficios
- Mejora el sistema inmunitario.
- Aumenta la calidad del sueño.
- Eleva el metabolismo.
- Mejora el estado anímico.
Espero que te guste el reto de esta semana, que te pique el gusanillo, y que te preguntes a ti mismo: ¿Podría lograrlo? ¿Podría exponerme a cinco minutos de incomodidad? Es algo interno, y nuestra fuerza de voluntad saldrá reforzada. Si somos capaces de someternos a duchas de agua fría, las dificultades del resto del día seguro que no nos parecen tan complicadas. Coméntame tus impresiones. Por supuesto, si se te ocurren nuevos retos, también me lo puedes decir en los comentarios. ¡A por la semana, valientes!
«Si quieres alcanzar tus objetivos, debes estar preparado para una dosis diaria de dolor o incomodidad.» Paulo Coelho