Para mí la cocina es uno de esos habitáculos que sí o sí necesito tener de un estilo minimalista. Desde la nevera hasta los armarios, todo puede ser minimizado, para poder conseguir una cocina en la que sentirme a gusto, con las cosas que realmente use. La acumulación excesiva en la cocina puede hacer que nos sintamos estresados, además de no ser muy conscientes de toda la comida que tenemos.
Una cocina sencilla, organizada y minimalista produce el efecto del cocinillas. A mí me apetece mucho más ponerme a cocinar si tengo el fregadero vacío, las superficies despejadas y sabiendo perfectamente los alimentos de los que dispongo.
Cómo simplificar nuestra cocina
1. PLATOS EXTRA
Aquí lo importante es pensar: ¿Cuántas veces quiero lavar los platos? Si tenemos demasiados platos de más, es más fácil que nos dejemos ir y acabemos acumulando muchos platos en el fregadero. Total… como tenemos diez más a nuestra disposición… ya luego los fregaremos todos juntos. Esto lo que hace es provocar una montaña de platos sucios, lo que visualmente no queda muy bien, además de generar agobio por ver tanto plato por fregar.
Lo ideal sería que se tuviera un plato de cada tipo por persona, es decir: un plato pequeño, uno grande y uno hondo para cada un@. Si bien esto puede resultar complicado si se suelen tener muchas visitas para comer, puedes optar por calcular el número de personas que suelen venir a tu casa para almuerzos o cenas, y dejar esos platos extra fuera.
Otra opción es dejar uno de cada por persona, y guardar en una caja los platos extra; de manera que si viniera alguien para comer, tendrías que sacar los platos extra que necesites. Admito que esto supone algo más de trabajo, pero si no sueles tener mucha gente a comer, puede ser una buena alternativa.
La cuestión aquí es mantener despejado nuestro fregadero. Se usa, se lava. No me dirás que luce igual un fregadero abarrotado que uno sin nada dentro. Así, conseguiremos de una vez por todas un poco más de armonía en la cocina.
2. CAJA DE CUARENTENA
En la cocina acumulamos muchísimas cosas, no sólo comida, sino también cachivaches, calderos, distintos utensilios, pequeños electrodomésticos,… un poco de todo. Y siendo sinceros, ¿de verdad usamos todo todito lo que tenemos en la cocina? Seguramente no.
Por tanto, te recomiendo que cojas una caja y te des una vuelta por la cocina. Examina todos los rincones que hay y mete en la caja todo aquello que no usas o que no le veas utilidad. Guarda esa caja en algún sitio, y ponle una fecha futura, por ejemplo: tres meses después de hoy. Si pasado ese tiempo, no has ido a sacar esas cosas de la caja, es que no las necesitas, no te están aportando valor, sino que están invadiendo tu espacio. Así que dónalas, véndelas, regálalas o tíralas (siempre la última opción), pero sácalas fuera de tu hogar.
3. CALDEROS Y SARTENES
Limita tus calderos y sartenes a lo estrictamente necesario. ¿Cuáles usas durante la semana? Quédate con los que realmente te son útiles. El resto puedes enviarlos a la caja de cuarentena, y si no los usas, puede que otra persona sí que les dé el uso que se merecen.
Una alternativa es quedarte con el número que coincida con el número de fogones que tengas disponibles. Es decir, si tienes cuatro fogones, quédate con cuatro: por ejemplo: dos calderos y dos sartenes; como si los fueras a usar todos a la vez. Un poco drástico quizás, pero todo es probar. Con la misma te das cuenta que en realidad no precisas más.
4. LO QUE NO TE GUSTA
Ha llegado el momento de analizar bien tu cocina y deshacerte de todo aquello que no te gusta nada, todo eso que coges como última opción, porque en realidad no te encanta. ¿Por qué mantienes esas cucharas que te resultan tan feas y que siempre evitas usar? ¿Por qué guardas esos platos que te parecen tan antiguos y que no van con tu estilo? ¿Por qué sigues con esos vasos que no te gustan nada?
Quita todo eso que no te gusta. No tienes la obligación de conservar todo lo que tienes, aunque esté en buenas condiciones; piensa que siempre puedes regalar, vender o donar. Además, puedes aprovechar las fiestas navideñas, y pedir regalitos para actualizar tu cocina.
5. RECIPIENTES PARA ALMACENAR
¿Cuántos tuppers guardas? Y no solo tuppers, sino todo aquello que tengas y uses para almacenar comida: tuppers de plástico, tuppers de cristal, botes de cristal reutilizados,… Revisa bien, sobre todo lo de plástico, porque seguramente tengas alguno que ya esté feo o estropeado.
Yo guardo muchos envases de cristal de comida y los reutilizo; así que si eres como yo, te recomiendo que hagas limpieza de vez en cuando, porque es muy fácil acumular este tipo de botes. Quédate con los que estés usando y los que más te gusten.
Un truco para no acumular demasiados recipientes es ordenarlos con la tapa puesta, así evitarás el tener demasiados, porque se verá de un vistazo que no te caben más. Además, no tendrás que perder tiempo buscando qué tapa va con el tupper que quieres usar. ¿No te ha pasado que tienes más tapas que tuppers? Prueba este sistema: te quedarás con muchos menos y lo tendrás todo mejor organizado.
6. SUPERFICIES DESPEJADAS
Soy super fan de mantener las superficies de la cocina despejadas en todo lo posible. Intenta tener visible sólo lo estrictamente necesario, o lo que más uses, o algunas cosas de decoración que te encanten. Esto te transmitirá más calma y puede que incluso te entren más ganas de cocinar.
La nevera también es otro sitio que se puede intentar tener despejado, pero no en el sentido de que se quede vacía. Más bien me refiero a tenerlo todo organizado por categorías, dando la oportunidad a que todo se aproveche, por ser un sistema más visual. Ya sabes, nada de desperdiciar alimentos, hay que ser eficientes.
7. TAZAS
¿Cuántas tazas tienes en tu cocina? ¿Te gustan todas? ¿Cuáles usas? Solemos tener muchas más tazas de las que necesitamos para el café o el té. Es un regalo muy socorrido, así que de repente puedes encontrarte con que tienes 10 tazas para ti solit@… cuando en realidad a lo mejor sólo te gustan tres, y el resto ni las tocas, sólo las tienes acumulando polvo.
¿No sería maravilloso abrir el armario y ver enfrente sólo las tazas que te encantan? Puede que haya llegado el momento de que esas tazas que no uses vayan a un lugar mejor, no tiene por qué ser la basura, sino que puedes destinarlas a otro hogar en el que cumplan su propósito.
8. APARATOS CON UNA ÚNICA FUNCIÓN
Con esto me refiero a panificadoras, cafeteras, espiralizadoras, arroceras, gofreras, mezcladoras,… Si tienes de este tipo de gadgets y los usas todos, perfecto. Pero siempre suele haber algo que no utilizas nunca. Ten en cuenta que suelen ser aparatos que sólo se pueden usar para una única función, así que es relativamente fácil comprobar si te están siendo de utilidad o no. Quédate con aquello que te aporta valor y deja ir el resto.
Te pongo un ejemplo: hace unos años me regalaron una pistola para hacer galletas. La usé unas cuantas veces, pero sólo podía hacerlas con mantequilla. Luego empecé con el realfooding, y las galletas que hago ahora son de avena. Me resulta más rápido y sencillo hacerlas a mano, sin un aparato. Así, tras muchos años al fondo de un armario, decidí venderla.
9. ESPÁTULAS Y DEMÁS
Ay ese cajón donde guardamos las espátulas, que siempre se atasca porque ya no cabe ni una más. Te reto a que saques todo lo que tienes en ese cajón, y vayas clasificando cada una por separado. ¿Cuántas espátulas tienes? ¿Cuántos cucharones? Quédate con uno de cada y desecha el resto. Te será mucho más fácil encontrar las cosas y ya no lo verás tan atestado.
10. BANDEJAS Y FUENTES
Fíjate si tienes muchos recipientes para servir comida, como son las bandejas y las fuentes. Saca todo esto y ponlo en la mesa en la que suelas hacer comidas y celebraciones familiares, a modo de simulacro. ¿Te caben todas? Ten en cuenta que tiene que haber espacio también para los platos y cubiertos de las personas que vayan a comer. Seguramente te darás cuenta que algunas no las usas nunca, así que quédate con las que más te gusten, y las que de verdad uses en estas ocasiones.
«Imagínese viviendo en un espacio que sólo contiene cosas que despiertan alegría.» Marie Kondo
Espero que te resulten útiles estos diez truquillos. La cocina es un lugar estupendo, que merece ser disfrutado, y convertirlo en un espacio minimalista puede ayudarnos a aprovecharlo muchísimo más. Cuéntame en los comentarios si aplicas algún otro truco, me encantará conocerlos.
Interesante
¡Gracias Jaime! 🙂