Minimalismo extremo

Cuando muchas personas saben que sigues un estilo de vida minimalista, que reflexionas sobre cada compra que haces, que haces limpieza de tus cosas de vez en cuando, que valoras más las experiencias que estar a la última moda, etc., a veces te tildan de extremista. ¿Pero de verdad sigues un minimalismo extremo?

¿Qué es el minimalismo extremo?

El minimalismo extremo consiste en reducir al máximo nuestras posesiones materiales, hasta el punto de cubrir tan sólo nuestras necesidades más básicas. Es un desapego material a lo bestia.

minimalismo extremo

Minimalistas extremos famosos

Uno de los minimalistas extremos más famosos es Fumio Sasaki, autor del libro Goodbye things, Cómo encontrar la felicidad con el arte de lo esencial. Fumio Sasaki sabe perfectamente todo lo que hay en su casa. Se define como una persona bastante desordenada, y el minimalismo le ha ayudado a corregir eso, porque es difícil vivir en un caos cuando tienes muy pocas cosas.

Otra persona que sigue el minimalismo extremo es Andrew Hyde, que vendió todas sus cosas, menos 15. Metió sus cosas en una mochila y se embarcó en un viaje que le llevó a 95 países. Vivió de esta manera durante unos dos años, manteniendo esas 15 cosas, y cuando necesitaba algo que no tenía, lo que hacía era vender o cambiar algo que tenía para tener siempre el mismo número de posesiones. Luego aumentó a 32. Esto lo hace como una especie de proyecto personal.

Un tercer ejemplo de minimalismo extremo lo tenemos en Katsuya Toyoda, un hombre que vive en un piso de 22 metros cuadrados, y en el que sólo tiene una mesa y un futón como mobiliario. Este japonés afirma que se convirtió en minimalista para que salieran a la superficie las cosas que realmente le gustaban.

¿Eres un@ minimalista extrem@?

Quizás te estés preguntando si no serás tú una persona minimalista extrema. Responder a estas preguntas te puede ayudar a saber la respuesta:

  • ¿Estoy constantemente pensando en deshacerme de mis posesiones?
  • ¿Nunca compro nada, no sea que vaya a tener demasiado?
  • ¿Todo lo que tengo tiene que ser sí o sí sostenible con el medio ambiente?
  • ¿No soporto que otras personas vivan un estilo de vida muy diferente al mío?
  • ¿Pienso que nada es realmente necesario?
  • ¿Me estoy volviendo tacañ@ al no querer gastar nunca dinero en nada?
  • ¿Ha llegado un punto en el que no siento los beneficios del minimalismo?

El minimalismo extremo en la vida real

Para muchos puede ser un sueño lo de vivir en una casa vacía, sin casi muebles, tener poquísima ropa, vivir con menos de 100 cosas, etc. Estos objetivos están muy bien, siempre que no se conviertan en una obsesión, y que no pensemos que si conseguimos estos hitos seremos felices.

Pero lo cierto es que estas metas pueden ser difíciles de alcanzar en la vida que vivimos. Casas que ya vienen amuebladas, hobbies que requieren mucho material o equipamiento,…

Por eso, te irás dando cuenta de que el minimamismo es priorizar aquello que es importante para ti, sin tener que tirar absolutamente todo a la basura ni contar cada objeto que posees. Los extremos no son buenos, hay que buscar el equilibrio.

Aplica el minimalismo en tu vida sin que suponga un sacrificio, no es un proceso de sufrimiento. Y recuerda: el consumo en sí no es malo, lo que hay que evitar es el consumismo.

El minimalismo es simplicidad

Vivir en el minimalismo te lleva a tener la capacidad de vivir con menos cosas, menos ropa, e incluso con menos dinero. Gastas tu energía en disfrutar de tu tiempo, en las cosas que valoras, en las relaciones personales. Al final, la clave es llevar una vida sencilla, valorando lo esencial.

Pero esto no debe llevar al equívoco de que hay que vivir en la frugalidad más extrema, con las menos cosas posibles; porque al final esto puede conducir a una vida de rigidez e inflexibilidad en la que no disfrutes nada de lo que haces. La vida no es simplemente satisfacer necesidades básicas, hay que disfrutarla.

Vemos tantos vídeos de YouTube, tantos blogs de minimalismo, que al final acabamos con una mochila pesada, que cada vez nos presiona más y más, porque pensamos que el minimalismo es ser un montón de cosas a la vez: zero waste, vegano, frugal, casa con mínima decoración, hiper productiv@s, etc. No es una competición por hacer lo máximo posible, ni con nosotr@s mism@s ni con l@s demás.

Nos olvidamos de que el minimalismo es sencillez, de que menos es más, de que no hay que buscar la perfección.

El minimalismo tiene muchos matices. Busca en tu interior y encuentra lo que resuena contigo. No te dejes llevar por tendencias, sigue tu instinto, nada a contracorriente si es necesario, y quédate con lo que te aporta valor. Que el minimalismo te sirva como herramienta de autoconocimiento y puedas construir la vida que quieres.

«Al deshacernos de todo lo que no necesitamos realmente nos volvemos más ligeros. Limpiar nuestro entorno de objetos materiales es algo así como hacernos un lavado de colon o una especie de detox profundo.» Fumio Sasaki

¿Qué opinas sobre el minimalismo extremo? ¿Alguna vez sientes que estás llegando o has llegado a un límite con el minimalismo con el que no te sientes feliz? Cuéntame en los comentarios tus impresiones y cualquier cosa que quieras compartir.

Esther Perez autora camino minimalista

Esther Pérez
Seguidora de un estilo de vida minimalista y frugal, apasionada de la nutrición y los hábitos saludables, obsesionada por los retos y buscadora incansable de la mejor versión de mí misma.

Contenido minimalista que puede interesarte

Deja un comentario