Me planteo un reto que a priori me parece difícil. Voy a estar un mes sin comprar nada que venga en plástico. Últimamente me abruma la cantidad de basura de plástico que generamos en casa, y siento la necesidad de minimizar esto. Así que he optado por plantearme la simplificación de mi basura como un reto.
Espero que el hacer durante un mes cambios drásticos en mi rutina de consumo, me ayude a incorporar nuevos hábitos eco-friendly. Y creo que el hacerlo así me hará ver la realidad de la cantidad de basura de plástico que generaba versus lo poquito que pueda generar siendo consciente.
Me adelanto un mes al Julio Sin Plástico (Plastic Free July). Si todo va tan bien como espero, cuando llegue julio habré reducido mucho mis residuos. Ya he simplificado mi baño (con jabones y champús sólidos, y con cepillos de dientes de bambú). Además, recomiendo el uso de pañales de tela (nos estamos ahorrado mucho dinero con ellos), las compresas de tela y la copa menstrual.
Preguntas a responder para lograr mi objetivo
Hay que tener claro el objetivo a conseguir, y respondiendo a una serie de preguntas reforzaré mi compromiso con el reto que me he propuesto. De esta manera, en momentos de dudas o desánimo, podré acudir a este formulario para recordar mi propósito.
1. ¿Por qué quiero hacer este reto? ¿Qué resultado quiero conseguir?
- REDUCIR MIS RESIDUOS. Somos dos adultos y una niña de 17 meses. Sacamos la basura cada cuatro días, y creo que es demasiado lo que estamos tirando, y que no se degrada, como el plástico (bueno sí, pero tarda cientos de años). Si multiplico una bolsa de basura de plásticos cada cuatro días, me da el resultado de 91 bolsas sólo de plástico al año. Tenemos que disminuir esto ya, porque reciclar no es la solución.
- COMER MÁS SANO. Somos bastante realfooders en casa, pero algún capricho sí que nos damos de vez en cuando. Esto desaparecerá, porque los caprichos suelen venir en plástico. Más fruta de temporada y frutos secos para contrarrestar estos posibles antojos.
- SALIR DE MI ZONA DE CONFORT. Me gusta retarme a mí misma, y este reto me parece que está a la altura. Me apetece conocer alternativas más responsables con el medio ambiente, nuevas tiendas curiosas, nuevas recetas con otros ingredientes; y decir adiós a la comodidad de ir a un supermercado y comprarlo todo ahí, sin cuestionarme nada. Si quiero que haya un cambio, tengo que empezar a cambiar yo.
2. ¿Cuál va a ser el primer paso?
En Canarias existen varias empresas que distribuyen agua embotellada, pero en botellas de cristal. Como aquí sí que consumimos agua que viene en garrafas (en Madrid no era necesario porque se puede beber el agua del grifo), vamos a contratar el servicio con una de estas empresas.
Ya la semana pasada contacté y vendrá una persona a traernos una caja con botellas de agua de cristal. Esto lo hará una vez a la semana, y cuando venga se llevará las botellas de cristal vacías y nos dejará las nuevas. La empresa se encarga de limpiar las botellas para volver a darles uso, y reutilizarlas el máximo número de veces posible.
Con este primer paso mínimo vamos a ahorrarnos aproximadamente dos garrafas de agua de ocho litros cada semana. Pensando que dos garrafas a la semana suponen 104 garrafas en un año, sí que es un gran paso en la reducción de residuos, y eso que sólo somos dos adultos y un bebé.
3. ¿Qué acciones concretas voy a realizar?
- DEJAR DE COMPRAR COMIDA CON ENVASES PLÁSTICOS. Sí o sí, si quiero limitar a la mínima expresión los plásticos que genero, voy a tener que dejar de consumir productos que vengan envueltos en plástico. Tendré que fijarme muy bien en los envoltorios, porque hay cosas que pueden llevar a engaño. Por ejemplo: chocolate que viene en un paquete de cartón, pero en su interior está cubierto con plástico, cereales que vienen en caja de cartón pero la bolsa que contiene los cereales es de plástico, etc.
- GASTAR LO QUE YA TENGO. Lo lógico es que consuma primero lo que ya tenemos en casa, aunque venga con envoltorios de plástico. Así que soy consciente de que la primera semana voy a seguir generando algo de residuos plásticos. A medida que vaya pasando el tiempo, cada vez tendré menos, y lo iré reemplazando por otros alimentos con envases más sostenibles, o directamente sin envases.
- COMPRAR A GRANEL. La compra en el supermercado va a ser limitada, porque no hay opciones de compra a granel en la mayoría de cosas. Así que ya he hecho una búsqueda por internet y he visto que hay algunas tiendas a granel en mi ciudad.
La compra de fruta y verdura no habrá problema, ya que iré a una frutería que hay por aquí. Iré metiendo lo que necesite en una bolsa grande, y no cogeré ninguna bolsa de plástico para ir separando cada cosa, no será necesario.
He encontrado este directorio de tiendas a granel, que aunque faltan tiendas, resulta muy útil: tiendasagranel.com.
- CAMBIAR MI ALIMENTACIÓN. Inevitablemente mi alimentación se verá afectada positivamente, ya que los productos ultraprocesados normalmente vienen envueltos en plástico.
4. ¿Qué obstáculos puedo encontrarme y cómo voy a solventarlos?
- PRODUCTOS DUDOSOS. En el caso de que me encuentre en el supermercado con algo que por fuera sea de cartón, pero por dentro no sepa cómo está envuelto el producto, voy a tener que mirar la etiqueta del envase. Me he estado fijando, y hay algunos envases que tienen unos símbolos indicando si es de papel, plástico o mixto. Si aún así no me queda claro, optaré por no comprarlo.
- PRODUCTOS SÓLO EN PLÁSTICO. Me voy a encontrar productos que solemos consumir, pero que vienen envueltos en plástico. La alternativa es buscar ese producto que venga en tarros de cristal (que luego reutilizaré), en cartón, o a granel. Si no, buscar un producto similar y si no, dejar de comprarlo.
- LÁCTEOS. La verdad es que en casa consumimos bastantes lácteos, y que vienen en plástico: leche, yogures y queso sobre todo. En Madrid tengo la yogurtera, pero aquí no, y se ha notado en la cantidad de envases que tiramos a la basura.
Esta parte me va a costar un poco, por el tema de mis super desayunos. Todos los días como o mi porridge de avena, que lo hago con leche, o avena mezclada con yogur. Tengo alternativa para ambas cosas: para el porridge hacerlo con agua o prepararme una leche casera de anacardos (comprados a granel); y para el yogur, podría comprar, pero tendrían que ser botes de cristal.
- TIMIDEZ. En Madrid algunas veces comprábamos en el mercado, y en uno de los puestos en los que vendían pollo, llevábamos nuestros propios tuppers, para que nos pusieran ahí el pollo que pedíamos. No voy a mentir, me daba un poco de vergüenza, porque eres el diferente, y te haces notar cuando pides que te lo pongan en tu envase.
Aquí en Canarias ya no hacemos eso, nos limitamos a comprar el pollo congelado en bolsa de plástico o directamente una bandeja. ¡Qué aberración para el medio ambiente! ¡Qué cantidad de residuos plásticos!
Cuando vaya a comprar pollo o pescado, lo haré en tiendas específicas, en las que me puedan poner lo que pido en mis tuppers. Si no venzo a la timidez, me conformaré con comer huevos como fuente de proteína animal, ya que con estos sí que hay opciones de compra en cartón.
Consejos para lograr el objetivo
- SEÑALAR EN UN CALENDARIO. Super importante tener algo visual para ir tachando los días en los que consiga el objetivo. Lo pondré en un sitio visible, y al final de cada día señalaré si he cumplido mi objetivo. He creado un calendario para este reto. En él podré ir señalando cada día que consiga el reto. Al lado de cada mes he dejado un hueco, para poner una foto de algo que me motive para lograr el reto de este mes. También podría pegar alguna frase inspiradora, pegar algún post-it con notas,…
Por si te sirve de ayuda, aquí te lo dejo totalmente gratis: Calendario-Reto-Junio.pdf
- COMPARTIRLO. La verdad es que este reto me lo he propuesto yo sola; a mi marido le parece muy sacrificado. Intentaré aplicar lo que pueda para toda la familia, pero si hay cosas concretas que él quiera, se las comprará, aunque vengan en plástico. Me pongo la misión de motivarle para que vea que hay alternativas muy buenas a los plásticos (sólo dando ejemplo, no presionando).
- UNA BOLSA DE TELA SIEMPRE CONMIGO. Siempre suelo tener una bolsa de tela en mi bolso, de manera que cuando salgo, si compro algo, puedo rechazar la bolsa que me ofrecen, diciendo que no me hace falta. Es una buena manera de no acumular bolsas de plástico en casa sin necesidad.
«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, pueden cambiar el mundo.» Eduardo Galeano
¿Qué te parece el reto que me he propuesto este mes? ¿Te apuntas?
Olvida la frustración de no hacer aquello que te propones, únete al reto, prueba, entrena tu autodisciplina, sé constante y experimenta el sentimiento de control sobre tu vida. Rétate a ti mism@, y cuando finalice el mes pregúntate: ¿Ha merecido la pena?