El minimalismo conlleva simplicidad, y no sólo en deshacernos de cosas y quedarnos con lo que nos aporta valor; sino que también puede aplicarse en nuestras finanzas personales. Se pueden alcanzar objetivos de ahorro de forma simple, sin complicarnos tanto la vida.
Hay que dejar atrás los tabús ante el dinero. No hay que idolatrarlo, pero tampoco tenerle miedo; y no es complicado gestionarlo, a pesar de que mucha gente piense lo contrario. El dinero es una herramienta, y debemos aprovecharla.
Por eso, te comparto 7 trucos para hacer tus finanzas personales más sencillas aplicando la simplicidad que nos da el minimalismo. Aplícalos en tu día a día y notarás la diferencia: manejar tu dinero dejará de ser un quebradero de cabeza.
1. Gasta con propósito
Esta primera práctica va muy ligada al estilo de vida minimalista. Básicamente consiste en gastar nuestro dinero con intencionalidad. Ten unas finanzas personales alineadas con tus valores. No malgastes tu dinero en cosas que no te gustan o que no vas a usar.
Si es algo que te gusta y que sabes que vas a usar, adelante. Pero no adquieras algo por guardar las apariencias, por aparentar algo que no eres; para luego acabar acumulando polvo en el fondo de tu armario. Tienes que cuestionarte cada compra: ¿Por qué quiero comprar esto? ¿Realmente lo necesito? ¿Lo voy a usar?
Otro filtro, y que te puede ayudar a evitar compras impulsivas, es saber cuánto vale ese servicio o producto en términos de horas de trabajo. Es decir, este objeto, ¿cuánto vale en cuestión de tiempo? ¿cuántas horas tendría que trabajar para poder comprarlo?
Hacerte estas preguntas será un primer filtro para evitar muchas compras innecesarias o inútiles, y de las que luego puedas arrepentirte. Haz cada compra con propósito, no en modo automático, y ahorrarás muchísimo dinero.
2. Haz un seguimiento de tus gastos
Super mega importante anotar cada gasto, para que puedas ir haciendo ajustes a medida que va pasando el tiempo. ¿Cómo puedes hacer un seguimiento de tus gastos?
- Comienza anotando cada gasto durante un periodo de tiempo, por ejemplo un mes. Ten en cuenta no sólo lo que gastas en efectivo, sino también lo que pagas con tarjeta. Apunta todo: la cuota de la hipoteca, del gimnasio, las entradas del cine,…
- Analiza esos gastos:
- Gastos a eliminar: ¿cuántos de estos gastos son innecesarios? Gastos que en realidad no te aportan valor, y que si los quitas de tu presupuesto no los vas a echar de menos.
- Gastos a reducir: ¿puedes reducir la cantidad de dinero que gastas en alguna cosa? No significa que dejes de comprar comida, por ejemplo, sino en analizar tu lista de la compra, de manera que tu visita al supermercado sea más eficiente.
- Gastos automatizados: ¿puedes automatizar algunas facturas o pagos que haces? Si cada mes tienes que pagar el alquiler religiosamente, puedes automatizarlo con tu banco, de manera que no tengas que estar pensando cada mes que tienes que hacer ese pago. Simplifica tus finanzas personales a través de estos procesos y deja espacio en tu mente para otras cosas más importantes.
- Divide los gastos en categorías: casa, comida, transporte, ocio, etc. De esta manera sabrás cuánto dinero va a cada una de las partidas.
- Fija un presupuesto para cada partida. Ten un plan para cada euro que ganas, y que sea realista. Por ejemplo: en comida me voy a gastar 200 euros como máximo, en ropa 50 euros, y así con cada partida. Ten en cuenta que tus gastos no deben superar a tus ingresos: si es así haz los ajustes necesarios. Por supuesto, cumple con el presupuesto que te propongas.
- Reserva un porcentaje de tus ingresos para el ahorro. Este paso ya es un plus, pero si quieres tener unas finanzas personales saneadas, tienes que ahorrar cada mes, por poco que sea.
3. No acumules deudas
Se trata de vivir acorde a nuestras posibilidades, no por encima. Todos tus esfuerzos de ahorro han de ir dirigidos a pagar todas las deudas que tengas. No es fácil, pero merece la pena. Seguir los 7 pasos que Dave Ramsey propone pueden servirte de apoyo:
- Ahorra 1.000 euros para empezar tu fondo de emergencia.
- Salda todas las deudas (excepto la hipoteca), usando el truco de la bola de nieve: ordena todos las deudas de menor a mayor, haz los pagos mínimos en todas las deudas y ataca sobre todo la deuda con el saldo más pequeño, hasta que termines de pagarla; continuar así con el resto de deudas.
- Ahorrar de 3 a 6 meses de gastos. Esto te evitará caer otra vez en deudas si te surge algún imprevisto, como quedarte sin trabajo o que tu coche tenga una avería.
- Invierte el 15% de tus ingresos para tu retiro. Nunca es tarde para invertir, y los fondos indexados son una excelente opción para hacerlo sin tener que preocuparte de si sube o baja la Bolsa. El largo plazo y el interés compuesto están a tu favor.
- Ahorra para la universidad de tus hij@s.
- Termina de pagar tu hipoteca cuanto antes. Puedes ahorrarte muchos intereses si consigues amortizar lo más pronto posible toda la deuda. Revisa que tu banco te deje hacer pagos de vez en cuando sin cobrarte intereses por eso.
- Genera riqueza y sé generos@.
4. Crea un fondo de emergencia
Poder hacer frente a cualquier imprevisto económico puede simplificar tu vida y ayudarte a sobrellevar situaciones estresantes, y que pueden poner al límite tus finanzas personales. Establece la cantidad de dinero que consideres, por ejemplo seis meses de tus gastos o una cuantía determinada, y cada vez que tengas que hacer un desembolso de dinero inesperado, podrás hacerle frente. Que la vida no te pille desprevenid@ y sin opciones.
Hay muchas maneras de ahorrar, no te agobies pensando que nunca vas a conseguir esa cantidad de dinero. Puedes empezar con el reto de las 52 semanas, en cualquiera de sus variantes, y al cabo de un año habrás acumulado un montante significativo.
5. Ahorra para la jubilación
Es importante para nuestras finanzas personales que tengamos en cuenta el día de mañana. En España, al menos, el sistema de pensiones no será sostenible cuando nos toque jubilarnos. Puede que tengamos una mínima pensión, pero esta no nos dará para llegar bien a fin de mes, no podemos confiar en este sistema para tener un sueldo digno en el futuro. Lo ideal sería complementar este ingreso con otra cosa, por lo que hay que ponerse las pilas desde ya.
Invertir es la mejor opción para esto. Pon a trabajar tu dinero, y que el interés compuesto obre la magia. Si haces pagos recurrentes a, por ejemplo, un fondo de inversión, en el largo plazo podrás contar con unos buenos ahorros, y complementar tu pensión.
6. Mantén tu inversión simple
A no ser que seas un apasionado del mercado de valores y que entiendas muy bien cómo se manejan las subidas y bajadas de acciones, sería mejor evitar el comprar acciones individuales, e intentar ganar dinero en el corto plazo comprándolas y vendiéndolas. Aquí el riesgo será muy alto, y el tiempo que necesitas es mucho, porque requiere invertir horas en investigar sobre cada empresa en la que quieres invertir.
Por lo tanto, y en aras de la simplicidad, te recomiendo como siempre los fondos indexados. Es una manera muy simple de invertir, sin complicaciones. Además, estos fondos siguen una constante tendencia al alza, superando siempre al mercado. Eso sí, tienes que estar preparad@ para las fluctuaciones del mercado, el cual va a subir y bajar todo el tiempo.
Es clave no dejarse llevar por el pánico cuando haya bajadas (sacando todo el dinero) o por el entusiasmo cuando haya subidas (metiendo mucho dinero). Este tipo de comportamiento no es nada recomendable, acabarías vendiendo barato (cuando sacas todo el dinero en crisis) y comprando caro (cuando metes dinero en bonanza económica). Hay que pensar en el largo plazo (de 20 a 30 años) y hacer pagos recurrentes periódicamente.
Puedes informarte en internet sobre este tipo de inversión, o también puedes consultar con un asesor financiero.
7. Establece y revisa objetivos
Fijarnos metas financieras es un buen consejo minimalista. Es esencial tener un plan, que nos sirva de guía para hacer decisiones sobre qué hacer con nuestro dinero. Tenemos que ser conscientes de en qué gastamos y cómo ahorramos el dinero del que disponemos.
Puedes establecer objetivos mensuales, y también anuales. Los objetivos anuales te tendrán enfocado en una gran meta; y los mensuales te permitirán dividir ese gran objetivo en pequeños trozos, que te ayudarán a mantener una visión cortoplacista, a la vez que te mantienen motivad@.
Revisa de vez en cuando las metas que quieres conseguir (crear un fondo de emergencia, saldar todas tus deudas, invertir, etc.) para comprobar si estás realizando las acciones necesarias para alinearte con dichos propósitos. Haz todos los ajustes que sean necesarios.
«El dinero no toma las decisiones, tú lo haces.» Dave Ramsey
Deja de ver el dinero como algo que no puedes controlar y úsalo como una herramienta para conseguir tus objetivos. Espero que estos siete consejos te sirvan para ver con otros ojos tus finanzas, y que las concibas de una manera más minimalista.
Y tú, ¿aplicas el minimalismo en tus finanzas personales? ¿sigues alguna de estas premisas? Cuéntame en los comentarios tus impresiones y cualquier cosa que quieras compartir.